TRASLADO EFECTUADO.

Para los que me interrogáis, deciros que me he trasladado y por tanto no seguiré escribiendo aquí. El nuevo blog -que contiene también las entradas de este mismo-, es éste:

http://www.en-busca-y-captura.blogspot.com/

Como siempre, público para quien quiera disfrutarlo, odiarlo, amarlo, criticarlo y todo lo que se le ocurra.

martes, 29 de junio de 2010

Blog nuevo, vida nueva

Y se aplica a todo, TODO. Pero eso es algo que mi ex no entiende. Cuanto más paso de él, más se empeña en intentar que quedemos. Agg, que ascazo. Dice que no me entiende (bienvenido al club) y que cree que deberíamos quedar para hablar. WHAT? ¿Para hablar como la última vez? No, thanks. Esa noche no hablamos, él habló. De todo lo que le dio la gana menos sobre nosotros, no soy una marioneta para aumentar su ego y narcisismo, coño. Que se busque una muñeca inchable.

Pero no todo es malo, y es que estoy recuperando a David. Sabía que una amistad así tenía que mantenerse, lo malo es que se va fuera y no voy a poder estar demasiado con él pero ¡lo espero en agosto!

Además de la perfecta noche que tuve con Edgar... Esta vez incluso ya no parecía (tan) tonto.

¿Por qué no pueden ser todos los hombres tan simples como Edgar o David? Sencillos, transparentes, sinceros con lo que quieren. Ojalá mi ex tomara nota.

lunes, 28 de junio de 2010

Cerrado por reformas

-Lo tengo cerrado por reformas.

-¿El qué? ¿El blog?

-Eso también. Mon coeur...

sábado, 26 de junio de 2010

Lo absurdo del corazón

Él me quiere. Yo... ¿yo le quiero? Sí, creo que sí. Pero hay demasiadas heridas sin cerrar, mi caida de ojos no tiene ningún efecto en él y a mí ya no me tiemblan [tanto] las piernas cuando lo veo; y por encima de todo, el amor se nos ha quedado pequeño. Ya no es suficiente. En realidad, creo que nunca lo fue. Así que no vuelvas ahora, no vuelvas por favor.

jueves, 24 de junio de 2010

Mi frío corazón

Es la noche de San Juan. Una noche especial, mágica; se supone. ¿Lo ha sido realmente?

El nudo del estómago me disuadió de beber, quizás fue una señal. Así que me coloqué con Yara a base de porros. Sentía que volaba... hasta que me estrellé. Contra él. Contra el único que conseguía que me temblaran las piernas, contra el amor de mi vida, contra el tío que más dolor y felicidad me ha causado en la vida, contra el tío del que había dicho que me olvidaría.

Quería pensar que era fuerte, que podía resistirme, que podía decirle: "¡sal de mi vida cabrón!" Pero no. Demasiados años, demasiadas cosas vividas junto a él. Solo conseguí mantenerme seria y darle a entender lo mucho que puede joder que una persona tarde semana y media en contestarte un maldito mensaje.

¿Tienes que ser así de fría? Pregunta. Y a mí se me rompe el alma en pedazos todavía más pequeños, y me río. Por no llorar, claro. ¿Yo fría? Bah no, solo se me congeló el corazón de esperarte.

Se puso a discutir con Ela sobre el tema. Yo pasé y seguí con Yara. No quería acercarme a él, por si acaso.

Miradas cruzadas. Su grupo se iba, el mío se quedaba. Hizo amago de llamar a alguien en mi dirección, y yo justo me di la vuelta para mirar hacia allí. Casi chocamos, otra vez. Me miró, abrió la boca olvidándose de a quién iba a llamar, y me dijo si quería que quedáramos hoy.

No. Lo siento, estoy ocupada.-Le digo.

Me mira con resignación.

-¡Es verdad!-Me defiendo.

-Vale, vale-Dice lléndose.

Era verdad. Voy a estar ocupada el resto de mi vida; y es que todavía debo reunir los millones de pedazos de mi corazón roto y tratar de descongelarlo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Un presente vive siempre en el recuerdo, una flor se marchita

-No me gustan las flores.

-¿No? ¿Y eso?

-No sé, nunca me han gustado. No van conmigo.

En realidad si sé por qué no me gustan. Son frágiles, se secan al poco tiempo; y si son rosas, encima pinchan.

Prefiero palabras, caricias. No un recuerdo ni un símbolo de un amor, una amistad,... Sino un presente de todos ellos. Vale miles de veces más, y el recuerdo perdura en la mermoria por siempre.

Por eso, regálame un beso, una sonrisa, una caricia, un saludo, un cigarrillo cuando veas que voy a morderme las uñas. Pero nunca flores, nunca algo que acaba muriendo.

martes, 22 de junio de 2010

El cigarrillo incriminatorio

El Morrison está a tope. Hace un calor insufrible, pero la bebida con hielo entra mejor así. Rebeca llega tarde, el tráfico es horrible. Localiza a Ana y Reneé en la mesa de siempre, por lo visto el resto no han podido venir. Ya han pedido por ella, lo de siempre.

Se deja caer en la silla y suspira. Reneé la sonríe, ella evita su mirada buscando en el bolso el paquete de cigarrillos. Lo encuentra y prende uno.

-Pero si tú no fumabas-Se escandaliza Ana.

-Uno de vez en cuando tampoco hace mal...

-Ya claro. Así empezó Reneé...-Enarca Ana una ceja señalando a la aludida.

-¡Eh! Venga, sabéis que a mí la costumbre me la pegó Aarón y ahora no he podido dejarlo...

Rebeca pega un trago a su copa para no tener que decir nada. Ana mira más allá de la mesa, de repente se pone seria.

-Hablando del rey de Roma...

Reneé y Rebeca se dan la vuelta hacia la puerta. Ahí está él. Aarón. Con sus levy´s rotos y una camiseta, igual de guapo que siempre. Rodeado de amigos. Se ríe del chiste de alguno, hasta que Javi le señala con un movimiento de cabeza la mesa de las chicas, atentas a ellos.

Bruscamente mira hacia ellas, se sonroja. Ve a Rebeca y luego a Reneé, preciosa como siempre. Las mira alternativamente. Rebeca está hipnotizada mirándolo, Reneé siente que algo más extraño que una simple ruptura ocurre ahí.

La chica mira a Rebeca hipnotizada que está a su derecha. Mira el paquete de cigarrillos de Marlboro sobre la mesa. Y de repente, empieza a atar cabos...

Mi cocina, mi café

Está preparando café en la cocina. Para mí, él no bebe café. Eso me sulfura. No el echo de que no lo beba, sino que me lo prepare a mí. Solo yo sé hacerlo como a mí me gusta. Se da la vuelta y enarca una ceja.

-¿A qué hora llegaste ayer? Ni te vi cuando llegué yo de madrugada...

-Pues la verdad es que no lo sé.

-¡¿Cómo que no lo sabes?!

-¡No! ¡No lo sé! ¡Llegué fumada y tus ronquidos no me dejaban ver la hora en el reloj!

Y salgo con la barbilla alta, mientras me mira boquiabierto. Una salida triunfal. Llego a mi habitación y me río. Sí, el olor del café por las mañanas me vuelve loca.

Blog nuevo, vida nueva

Y se aplica a todo, TODO. Pero eso es algo que mi ex no entiende. Cuanto más paso de él, más se empeña en intentar que quedemos. Agg, que ascazo. Dice que no me entiende (bienvenido al club) y que cree que deberíamos quedar para hablar. WHAT? ¿Para hablar como la última vez? No, thanks. Esa noche no hablamos, él habló. De todo lo que le dio la gana menos sobre nosotros, no soy una marioneta para aumentar su ego y narcisismo, coño. Que se busque una muñeca inchable.

Pero no todo es malo, y es que estoy recuperando a David. Sabía que una amistad así tenía que mantenerse, lo malo es que se va fuera y no voy a poder estar demasiado con él pero ¡lo espero en agosto!

Además de la perfecta noche que tuve con Edgar... Esta vez incluso ya no parecía (tan) tonto.

¿Por qué no pueden ser todos los hombres tan simples como Edgar o David? Sencillos, transparentes, sinceros con lo que quieren. Ojalá mi ex tomara nota.

Cerrado por reformas

-Lo tengo cerrado por reformas.

-¿El qué? ¿El blog?

-Eso también. Mon coeur...

Lo absurdo del corazón

Él me quiere. Yo... ¿yo le quiero? Sí, creo que sí. Pero hay demasiadas heridas sin cerrar, mi caida de ojos no tiene ningún efecto en él y a mí ya no me tiemblan [tanto] las piernas cuando lo veo; y por encima de todo, el amor se nos ha quedado pequeño. Ya no es suficiente. En realidad, creo que nunca lo fue. Así que no vuelvas ahora, no vuelvas por favor.

Mi frío corazón

Es la noche de San Juan. Una noche especial, mágica; se supone. ¿Lo ha sido realmente?

El nudo del estómago me disuadió de beber, quizás fue una señal. Así que me coloqué con Yara a base de porros. Sentía que volaba... hasta que me estrellé. Contra él. Contra el único que conseguía que me temblaran las piernas, contra el amor de mi vida, contra el tío que más dolor y felicidad me ha causado en la vida, contra el tío del que había dicho que me olvidaría.

Quería pensar que era fuerte, que podía resistirme, que podía decirle: "¡sal de mi vida cabrón!" Pero no. Demasiados años, demasiadas cosas vividas junto a él. Solo conseguí mantenerme seria y darle a entender lo mucho que puede joder que una persona tarde semana y media en contestarte un maldito mensaje.

¿Tienes que ser así de fría? Pregunta. Y a mí se me rompe el alma en pedazos todavía más pequeños, y me río. Por no llorar, claro. ¿Yo fría? Bah no, solo se me congeló el corazón de esperarte.

Se puso a discutir con Ela sobre el tema. Yo pasé y seguí con Yara. No quería acercarme a él, por si acaso.

Miradas cruzadas. Su grupo se iba, el mío se quedaba. Hizo amago de llamar a alguien en mi dirección, y yo justo me di la vuelta para mirar hacia allí. Casi chocamos, otra vez. Me miró, abrió la boca olvidándose de a quién iba a llamar, y me dijo si quería que quedáramos hoy.

No. Lo siento, estoy ocupada.-Le digo.

Me mira con resignación.

-¡Es verdad!-Me defiendo.

-Vale, vale-Dice lléndose.

Era verdad. Voy a estar ocupada el resto de mi vida; y es que todavía debo reunir los millones de pedazos de mi corazón roto y tratar de descongelarlo.

Un presente vive siempre en el recuerdo, una flor se marchita

-No me gustan las flores.

-¿No? ¿Y eso?

-No sé, nunca me han gustado. No van conmigo.

En realidad si sé por qué no me gustan. Son frágiles, se secan al poco tiempo; y si son rosas, encima pinchan.

Prefiero palabras, caricias. No un recuerdo ni un símbolo de un amor, una amistad,... Sino un presente de todos ellos. Vale miles de veces más, y el recuerdo perdura en la mermoria por siempre.

Por eso, regálame un beso, una sonrisa, una caricia, un saludo, un cigarrillo cuando veas que voy a morderme las uñas. Pero nunca flores, nunca algo que acaba muriendo.

El cigarrillo incriminatorio

El Morrison está a tope. Hace un calor insufrible, pero la bebida con hielo entra mejor así. Rebeca llega tarde, el tráfico es horrible. Localiza a Ana y Reneé en la mesa de siempre, por lo visto el resto no han podido venir. Ya han pedido por ella, lo de siempre.

Se deja caer en la silla y suspira. Reneé la sonríe, ella evita su mirada buscando en el bolso el paquete de cigarrillos. Lo encuentra y prende uno.

-Pero si tú no fumabas-Se escandaliza Ana.

-Uno de vez en cuando tampoco hace mal...

-Ya claro. Así empezó Reneé...-Enarca Ana una ceja señalando a la aludida.

-¡Eh! Venga, sabéis que a mí la costumbre me la pegó Aarón y ahora no he podido dejarlo...

Rebeca pega un trago a su copa para no tener que decir nada. Ana mira más allá de la mesa, de repente se pone seria.

-Hablando del rey de Roma...

Reneé y Rebeca se dan la vuelta hacia la puerta. Ahí está él. Aarón. Con sus levy´s rotos y una camiseta, igual de guapo que siempre. Rodeado de amigos. Se ríe del chiste de alguno, hasta que Javi le señala con un movimiento de cabeza la mesa de las chicas, atentas a ellos.

Bruscamente mira hacia ellas, se sonroja. Ve a Rebeca y luego a Reneé, preciosa como siempre. Las mira alternativamente. Rebeca está hipnotizada mirándolo, Reneé siente que algo más extraño que una simple ruptura ocurre ahí.

La chica mira a Rebeca hipnotizada que está a su derecha. Mira el paquete de cigarrillos de Marlboro sobre la mesa. Y de repente, empieza a atar cabos...

Mi cocina, mi café

Está preparando café en la cocina. Para mí, él no bebe café. Eso me sulfura. No el echo de que no lo beba, sino que me lo prepare a mí. Solo yo sé hacerlo como a mí me gusta. Se da la vuelta y enarca una ceja.

-¿A qué hora llegaste ayer? Ni te vi cuando llegué yo de madrugada...

-Pues la verdad es que no lo sé.

-¡¿Cómo que no lo sabes?!

-¡No! ¡No lo sé! ¡Llegué fumada y tus ronquidos no me dejaban ver la hora en el reloj!

Y salgo con la barbilla alta, mientras me mira boquiabierto. Una salida triunfal. Llego a mi habitación y me río. Sí, el olor del café por las mañanas me vuelve loca.