-No me gustan las flores.
-¿No? ¿Y eso?
-No sé, nunca me han gustado. No van conmigo.
En realidad si sé por qué no me gustan. Son frágiles, se secan al poco tiempo; y si son rosas, encima pinchan.
Prefiero palabras, caricias. No un recuerdo ni un símbolo de un amor, una amistad,... Sino un presente de todos ellos. Vale miles de veces más, y el recuerdo perdura en la mermoria por siempre.
Por eso, regálame un beso, una sonrisa, una caricia, un saludo, un cigarrillo cuando veas que voy a morderme las uñas. Pero nunca flores, nunca algo que acaba muriendo.
Eres toda una princesa, me encantas. -Yo no soy una princesa. -Sí lo eres. -No, ni quiero. Sé que intentas comerme la oreja para después comerme la boca pero lo único que te vas a comer esta noche es una hostia.
TRASLADO EFECTUADO.
Para los que me interrogáis, deciros que me he trasladado y por tanto no seguiré escribiendo aquí. El nuevo blog -que contiene también las entradas de este mismo-, es éste:
http://www.en-busca-y-captura.blogspot.com/
Como siempre, público para quien quiera disfrutarlo, odiarlo, amarlo, criticarlo y todo lo que se le ocurra.
http://www.en-busca-y-captura.blogspot.com/
Como siempre, público para quien quiera disfrutarlo, odiarlo, amarlo, criticarlo y todo lo que se le ocurra.
Un presente vive siempre en el recuerdo, una flor se marchita
-No me gustan las flores.
-¿No? ¿Y eso?
-No sé, nunca me han gustado. No van conmigo.
En realidad si sé por qué no me gustan. Son frágiles, se secan al poco tiempo; y si son rosas, encima pinchan.
Prefiero palabras, caricias. No un recuerdo ni un símbolo de un amor, una amistad,... Sino un presente de todos ellos. Vale miles de veces más, y el recuerdo perdura en la mermoria por siempre.
Por eso, regálame un beso, una sonrisa, una caricia, un saludo, un cigarrillo cuando veas que voy a morderme las uñas. Pero nunca flores, nunca algo que acaba muriendo.
-¿No? ¿Y eso?
-No sé, nunca me han gustado. No van conmigo.
En realidad si sé por qué no me gustan. Son frágiles, se secan al poco tiempo; y si son rosas, encima pinchan.
Prefiero palabras, caricias. No un recuerdo ni un símbolo de un amor, una amistad,... Sino un presente de todos ellos. Vale miles de veces más, y el recuerdo perdura en la mermoria por siempre.
Por eso, regálame un beso, una sonrisa, una caricia, un saludo, un cigarrillo cuando veas que voy a morderme las uñas. Pero nunca flores, nunca algo que acaba muriendo.